Con cinco personas apretujadas en el coche y escuchando mariachi, estamos listos para el viaje que tenemos por delante. Montañas, desierto, una innumerable cantidad de cactus, algún correcaminos ocasionales y pequeños pueblos que parecen estar abandonados hace años -¡bienvenidos al norte de San Luis Potosí!

Nos abrimos camino hacia Real de Catorce: un antiguo pueblo minero en medio de las montañas –literalmente. Solamente hay dos formas de llegar a él: en un vehículo todo terreno subiendo por una terracería sinuosa a través de los cerros o cruzando el Túnel de Ogarrio, de dos kilómetros de largo, construido justo antes del final del auge de la plata en la zona. Tal vez tengas que esperar un poco, pues el túnel tiene solamente un carril, aunque definitivamente lo vale: ¡Real es hermoso!

Los antiguos edificios de piedra, las pequeñas y coloridas casas, las calles empedradas y el delicioso aroma de la cocina mexicana –mezclado con un leve olor a estiércol de caballo- hacen de este un inusual y encantador lugar. Si bien por mucho tiempo Real fue considerado un pueblo fantasma –luego de su apogeo, gracias a las minas de plata, a finales del siglo XIX-, ahora encontrarás el pueblo repleto de turistas durante los fines de semana. Hay vendedores por doquier y el sitio está lleno de restaurantes –no voy a mentir, le hace perder un poco el encanto, pero sigue siendo hermoso. Y si evitas los fines de semana y lo visitas, por ejemplo, en un martes, no tendrás que lidiar con las masas.

Pero si llegas a ir en un domingo –como hicimos nosotros- hay una manera perfecta de escapar de la multitud. Justo saliendo del centro inicia un lindo sendero a través del maravilloso desierto de San Luis. Dentro de dos o dos horas y media llegarás a la cima del Cerro del Quemado: un cerro sagrado y centro ceremonial del pueblo Wixárika o Huichol. Cada primavera, ellos cruzan cientos de kilómetros desde Nayarit, Durango, Jalisco y Zacatecas para visitar el valle de Catorce y dejar ofrendas religiosas: de acuerdo con sus creencias, este cerro es el lugar de nacimiento de su ‘Tatewari’ (Abuelo fuego). Durante este viaje, también visitan el desierto alrededor de Real para recolectar peyote o ‘hikuri’, una cactácea que utilizan para guiar su ruta hacia la conciencia. Desafortunadamente, los múltiples turistas que visitan el área buscando peyote ponen a la especie en peligro, tanto que incluso el gobierno ha lanzado una campaña para protegerlo: ahora es ilegal recolectar o portar esta cactácea para quien no sea Huichol.

Asimismo, durante el resto del año, muchas personas indígenas visitan el lugar, por ejemplo, para casarse. En dichas ocasiones, no es posible caminar hasta la cima del cerro por respeto. Pero incluso así, la caminata vale mucho la pena, pues por la ruta verás paisajes impresionantes. Más aún, pasarás por unas interesantes ruinas que tienen estructuras arabescas. También puedes llegar al Cerro del Quemado montando a caballo, sin embargo, definitivamente recomendamos ir a pie, ¡cuando termines, sentirás que mereces la cerveza y los tacos aún más!

RECOMENDACIONES

Comida: si buscas auténtica comida mexicana, ve con Doña Chila. El lugar está abierto desde temprano por la mañana hasta la noche.

Hospedaje:

AirBnB Sulahue: renta un gran hospedaje a través de AirBnB, ¡con una maravillosa vista! Hay camas en dormitorios desde 250 MXN por noche. También hay habitaciones privadas disponibles.

Hostal Silvino: en la pequeña comunidad de Wadley, aproximadamente a una hora de Real de Catorce, encontrarás el encantador hostal de Silvino. Este es el lugar perfecto si quieres estar lejos de todo por algún tiempo y simplemente disfrutar del ambiente desértico. Por una pequeña cuota, te pueden llevar al medio del desierto para acampar durante la noche. ¡La puesta de sol, el amanecer y el cielo estrellado son hermosos!

Transporte:

Si quieres ir directo a Real, necesitas tomar dos autobuses: uno a Matehuala que toma alrededor de dos horas y media y otro a Real de Catorce que toma otras dos horas. El precio del viaje de ida será alrededor de 500 pesos y de las 9 de la mañana a las 2 de la tarde encontrarás viajes cada hora, llegando a Real de Catorce con luz de día.

SI prefieres ir a Wadley, toma un autobús de la compañía Futura que sale todos los días alrededor de las 2:30 de la tarde y te deja en el pueblo por menos de 300 pesos. La mañana siguiente, camina de Wadley a Estación Catorce y toma uno de los viejos jeeps a Real por alrededor de 500 pesos.